A tan sólo 3 días de la conmemoración de la Independencia de México ya empiezan a observarse los bandos en los postes de cada municipio, también empieza a circular de boca en boca que grupo es el que va a venir a deleitarnos el oído, algunos lugares ya promocionan las cervezas al mejor costo o las cenas bien mexicanas, las banderitas tricolores, los verdes, rojos y blancos ya se ven por todos lados.

Hay que festejar y gritar ¡viva México! que ya se acerca la hora y es momento de brindar, todo parece una fiesta nacional que está a punto de estallar, las horas se cuentan, mientras los adornos se colocan en las calles, casas, coches, las playeras piratas ya están a la venta, todo está listo para festejar.

Y la pregunta vuelve a surgir ¿Qué festejamos?, nuestra gastronomía, nuestro primer lugar en obesidad, nuestro valioso lugar en corrupción, nuestros pocos logros deportivos, que ya se pueden vender nuestras playas, que las radios comunitarias fueron atropelladas de la manera más vil y saqueadas por el gobernó en turno, las ciento de marchas que se presentan cada vez con más continuidad, las muertas de Juárez, que la mayoría de nuestros maestros reprobaron sus exámenes,  ¡ya se! Las nuevas reformas, o mejor aún el infocomercialote que se llamó segundo informe de nuestro querido presidente Enrique Peña Nieto, porque hay que recordar que México ¡ya está en movimiento!.  (sarcasmo)

La verdad es que me es difícil encontrar una razón por la cual debo salir a la calle a gritar ¡Viva México! y lo más probable es que este ahí, un poco escéptica de esa conmemoración a nuestra independencia.

¿Qué propones, me dirán algunos? Y con cierta razón, pues verán, yo propongo que en lugar de mal gastar el dinero en bailes populares se apoyen a sectores vulnerables, se hagan programas culturales de calidad donde se dinamice a través de cuentos u obras de teatro la historia de la independencia, creo que eso no saldría tan caro y educaría a nuestra población.

Yo creo que si un presidente de cualquier sitio llega y dice “Ciudadanos el día de hoy no habrá baile popular, ni juegos pirotécnicos, ni adornos tricolores, pero utilizaremos ese recurso en la luminaria de tal lugar, además con eso nos alcanzará para rehabilitar un espacio deportivo en tal sección”, yo creo que la gente entendería y con gusto se iría a sus casas a comer un pozole familiar, quedaría impresionada por las nuevas ideas frescas que trae tal presidente, al menos a mí me gustaría  y por supuesto apoyaría la idea.

Bueno esa es mi propuesta,  abarcando otro tema agradezco mucho el mensaje que nos hicieron llegar en nuestras redes sociales por mi anterior artículo el cual titule “el ambulantaje como una forma de vida” y pido una disculpa por responder hasta ahora, pero hay algunas actividades que me impidieron verter mi opinión de manera más pronta, a respuesta de los expuesto en el comentario solo quiero comentar lo siguiente:

Yo considero que el tema del ambulantaje es una cuestión de intereses o capricho de algunos, la verdad desconozco a la familia que tiene 6 puestos, si me pudiera decir un nombre o apellido con gusto lo investigaría, también desconozco que estas personas estén adheridos al programa de oportunidades, si tuviera pruebas que me mostrará se lo agradecería, y respeto a los infantes que se duermen por estar ahí hasta altas horas de la noche, bueno considero que sus papás están ahí precisamente para darles herramientas (dinero, estudios, vestimenta) para que ellos puedan tener estudios y no pasar por este mismo trabajo, que por supuesto considero no es un trabajo fácil ni de confort.

He tenido la oportunidad de convivir y platicar con las personas que se encuentran vendiendo y me he llevado la grata sorpresa de que son personas con un gran corazón y con unas inmensas ganas de salir adelante, por último, a título personal quiero comentarle  que yo estuve en ese puente vendiendo, después de sufrir un robo en un establecimiento comercial y gracias a esas pequeñas entradas económicas que tenía los días domingos, pude terminar mi universidad y ahora pago el ISR y los demás impuestos, hasta la próxima.

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