“ No le digan nada, ya sé enojó…”, “hasta miedo ya me da decirle algo, tiene un genio …”, “no le hagan ruido…”, “me da miedo, me amenaza..”, “cada vez nos hablamos menos, ni caso me hace…”, “ ya no sé qué hacer no me ayuda en nada y aparte se sale todo el día…”

¿Le parecen conocidas las frases anteriores?, ¿las ha escuchado en algún lugar, con algunos familiares o más aún las ha expresado usted?

Estamos justo en la primera quincena del año, en la edición anterior hablamos de los propósitos de año nuevo que cada quien elige dar continuidad y bueno estas frases con la que iniciamos esta edición pueden ser también importantes en los propósitos de mejorar en su vida personal, familiar o de pareja, estás frases tienen como objetivo recordarle a usted o presentarle una manera a veces imperceptible por la cotidianidad en que se presentan), de cómo nos volvemos cómplices de malos hábitos, conductas y fomentamos vicios en las relaciones humanas familiares e individuales, en un afán de “querer evitar problemas”; dice Salvador Valadez: “ para llevar la fiesta en paz, y ni hay fiesta ni hay paz”. ¡Así es¡

Si usted recuerda, en ediciones anteriores he mencionado el malestar que me provoca percatarme del afán popular y “profesional” de etiquetar toda acción humana y si bien es cierto que hay que ponerle nombre a algunas enfermedades o alteraciones en la conducta humana también es cierto que no considero necesario participar en esa insistencia de “analizar o marcar” a alguien para acrecentarle inseguridad, problemas de carácter, alguna patología ni mucho menos para justificarle y fomentarle desordenes conductuales que además después se lamentan y salen de control.

Veo cada vez con mayor frecuencia como niños de muy corta edad o adolescentes controlan a la familia entera con actos de berrinches, manipulaciones y conductas verdaderamente hasta incomprensibles que ponen en jaque a los familiares y sé que no debería importarme (ya tengo un problema jaja..) pero esa es la primer alarma que detecto al escuchar a los familiares decir “no le digan nada, ya sé enojó..”, o cuando escucho a padres de familia diciendo” no sé qué hacer, no obedece mi hij@, se pone mal, hace cosas feas, no va a la escuela y ni para decirle nada se pone muy agresiv@, me culpa por no haberle dado lo necesario (en algunos casos más osados, ”por haberle dado todo”), o bien escucho a señoras cuando llega su esposo o alguno de sus hij@s (cada vez se acrecentan más las adicciones en ambos sexos), decir “no le hagan ruido, no lo molesten…”; ¿qué hay que hacer entonces?, ¿seguir evadiendo responsabilidades?, ¿continuar siendo cómplices de conductas inadecuadas, creyendo y justificando en algunos casos que además somos víctimas de esas personas?, ¿continuar “sufriendo” con familiares, conocidos u otras personas que solo se compadecen de usted (que por cierto a mí me parece que la compasión es un acto negativo por que indica la poca credibilidad en la persona misma y en quien le compadece, es una percepción personal), o bien cuando alguien menciona tener miedo de vivir con una pareja que le agrede constantemente, que le falta al respeto, que le amenaza o lastima física o mentalmente y entonces ¿por qué siguen ahí?.

Es vital recuperar la credibilidad en usted mism@, reforzar o iniciar la recuperación de su auto aceptación, con cordura, metas, objetivos y fortaleza humana, sin falsa humildad y con mucha gratitud a la vida que usted tiene a cargo, es momento de darse cuenta lo importante que es su presencia en esta vida, de lo indispensable que resulta al mundo su presencia (en algunas empresas, negocios y hasta familias se escucha decir que “nadie es indispensable”, eso es mentira!!, sin usted el mundo no está completo pero es importante que haga sus aportaciones (que sepa vivir en paz con Ud. y con su entorno, que produzca cosas y situaciones importantes que enriquezcan su vida y la de los demás, que no crea que todo está perdido o que ha hecho las cosas mal porque es cierto que tal vez aún no tenga el éxito familiar, de pareja, laboral o social que usted persigue pero eso no indica que no pueda lograrlo y usted sabe cómo : No desista!! Continúe avanzando con firmeza y con convicción ahora con la experiencia que le han dejado algunos errores pero con la fortaleza de saber que tiene el día de hoy para avanzar un paso más a diario, (dice una amiguita hermosa: ”aspira la flor, sopla la vela” jeje).

Acuda a alternativas viables y dele el seguimiento adecuado, infórmese, lea, despierte sus potenciales y viva, ¡viva de verdad!
Soy Anastasio Díaz M. y es un placer saber que gusta usted de esta sección; hasta la próxima semana nos leemos (246 122 43 18).

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