Tocando fondo
Te has preguntado alguna vez qué es lo que te hace despertar, abrir los ojos y caminar.
Comer, cepillarte los dientes, limpiar y caminar.
De donde provienen esas energías, esas ganas de seguir en este mundo. Muchas veces se acaban, se van por arte de magia, después de que todos los días de tu vida te has levantado, esta vez no tienes ganas pero ni de abrir los ojos.
Se esfuman tus metas, tus sueños, incluso tus energías, muchos le llaman depre, el bajón, tocar fondo y es así como transcurren nuestros días grises, solo queremos que se acaben y que la noche se alargue.
Lo cierto es que dura lo mismo y al otro día tenemos que levantarnos, por obligación o por que otros nos animan.
De repente llega nuestro momento reflexivo, si merecemos estar así, si realmente este problema vale la pena para tirarnos al olvido, algunas personas se ven rebasados por este problema y terminan por seguir en las mismas.
Mientras otros se echan porras, se ponen las pilas, renuevan, saben a dónde van, retoman su camino, cargan la batería o la cambian por completo, son claros ejemplos de lucha de automotivación.
Esta delgada línea entre caer o levantarse, hacer o dejar de hacer, levantarte o caer, son los momentos decisivos de la vida, donde no solo estas arriesgando tu presente, arriesgas tus sueños, tus metas, tus ilusiones, incluso tus amores.
Todo esto se gana o se pierde, no hay momentos tibios, ni superman o santidad que vengan a salvarte.
A pesar de que las personas que estén a tu alrededor sean los mejores amigos, la mejor pareja, el mejor maestro, la mejor familia, si tú no quieres salir de ahí no lo harás.
Todo en este mundo es una decisión personal, no culpes al de enfrente por tus decisiones, el solamente está ahí para ser un actor secundario en tu película.
Al final es tu filme, tu historia, tu libreto, se escribe por cada paso y decisión que tomas en esta vida, se oscurece y aclara por ti.
Pregúntate que es lo que realmente quieres en esta vida.
Piérdete cuando sea necesario, conversa contigo, escucha, escucha las diosidiencias, abre los ojos y observa todo, escucha no oigas que seguramente obtendrás una respuesta.
Y pregúntate que vale más tu estado de confort, tus miedos o inseguridades, tus excusas vs tus metas, logros, sueños, libertad, inspiración, tus estrellas y paraísos.
¿Qué haces para que sea diferente? ¿Quién te prometió un jardín de rosas? ¿Tus hábitos coinciden con tus metas?.
Respóndete y observa a tu mejor juez que esta frente al espejo.