¡Ser madre!
“El momento de espera había llegado a feliz término, algunos dolores en el vientre se comenzaban a manifestar esos dolores tantas veces imaginados y que con nerviosismo se presentaban en ese momento, todas las recomendaciones, suposiciones y ejemplos no eran suficiente en ese momento las emociones se tropezaban unas entre otras, un poco de temor, miedo a lo desconocido y la plegaria haciendo eco en aquella mente que se respalda en la ayuda divina.
Atrás queda todo lo demás, el mundo y otras circunstancias, atrás queda el hecho de haber recibido o no respaldo de la pareja, se respeta y agradece la ayuda recibida, la compañía y atención ante las visitas a los seguimientos de rigor a veces no tan constantes como se requería, pero ahí se estuvo, las noches previas de desvelo que justo le habían ido preparando para este momento y las noches que estaban por llegar
La tensión a flor de piel, el rostro con muecas de dolor, pero atentas a la mínima reacción, unos segundos más que parecían no tener fin y al fin el llanto de un bebé recién nacido, pareciera que el tiempo se detiene después de ello, un poco de confusión la perdida de la realidad por algunos segundos y en breve la visita de alguien cargando entre sus brazos el fruto recién recibido entregándolo a los brazos de quien en ese momento comienza de manera palpable a ser Mamá.
Y así es amable lector ahí comienza el milagro de la vida todo aquello que transforma y transformara cada instante en algo especial, es verdad que los hombres como padres podemos sentir otras mil emociones, sentimientos y tanta dicha de sabernos padres sin embargo es (según mi criterio),una gama de sensaciones y bendiciones en donde ellas las mujeres nos llevan gran ventaja pues son ellas quienes gestan en su vientre tan hermosa maravilla de creación divina y a nosotros a reserva de lo que usted decida nos corresponde honrar, agradecer y otorgar seguridad en la manera que se requiera para completar tan importantes actos
Las mamás de hoy en día son un tanto diferentes a las de hace apenas unas décadas, la evolución humana, cultural y laboral hacen posible estos cambios a veces para bien otras tantas no tanto, pues así como nuestras abuelas y mamás para nuestras generaciones llegó a ser verdaderamente complicado pues las formas eran en muchos casos diferentes, en ese entonces se era madre de mínimo cinco y otro tanto más de hijos(conozco casos que tenían hasta dieciséis hijos),las madres abnegadas, solitarias, “obedientes”, sacrificadas y en muchos casos castrantes bajo sus propias insatisfacciones han ido quedando atrás, ahora se ven mamás que disfrutan de la libertad de elegir cuando y de quien deciden tener hijos, de acudir al médico para dar seguimiento y tratamiento a sus embarazos(hace algunos años no se tenía acceso a estos servicios con la facilidad de hoy),de dar y recibir el trato familiar y social de mejor manera desde por ejemplo el hecho de decidir ser madre soltera con la seguridad de no ser atacada socialmente como en antaño, decía, las cosas han cambiado a veces tanto que considero de repente hay quienes abusan de los servicios y apoyos que reciben hasta el grado de desatender sus propias responsabilidades dejando a cargo de otras personas el cuidado de sus hijos justificando de diferentes maneras no poder atenderlos
Escuchaba canciones como la clásica de Denise De Calaf que en estos días se activa en muchos medios, en donde narra conceptos y percepciones de las madres de antaño y no sé usted pero en muchos casos ya no es tan vigente en la época actual y me refiero(insistiendo un poco más),a que muchos cambios son favorables en el presente en donde las mamás actuales pueden si así lo deciden disfrutar de verdad de la compañía, logros y procesos de crecimiento de sus hijos pues además de ya planificar el número de ellos, las circunstancias y manera de salir adelante las pone en ventaja ante las del pasado.
Desde este lugar, me es grato felicitar a quienes como usted tiene la satisfacción y bendición de ser mamá, a usted que expresa y ejerce tan noble tarea con hijos engendrados por usted o por aquellos pequeñines que a pesar de no haberlos traído al mundo usted los cuida, ama, educa y guía cada día, a usted que con agrado y satisfacción porta el título de mamá en su hogar, de tía mamá por que los pequeños quedan a cargo de usted todo el día y todos los días que se lo requieren y más aun de mamá abuelita porque a pesar de haber criado y orientado y a sus propios hijos colabora también para que ahora sus nietos adquieran de usted su experiencia, sabiduría sentimientos y cuidados
Deseo el día de hoy unirme a los honores que resaltan tan noble actividad que usted realiza día con día sabedor de que en cada momento usted agradece tener la compañía de sus hijos los cuales, con agrado, felicidad y sin falsa humildad usted valora y se valora en cada momento
Felicidades a usted que sabe y reconoce la verdadera responsabilidad de sacar adelante su vida, su familia, sus necesidades básicas y la felicidad constante de saber que es y será la mejor mamá que sus hijos pueden tener; felicidades y bendiciones constantes: ¡Mamá!