Nuevo ’round’: peritos argentinos reviran a la PGR en caso de Normalistas desaparecidos
En el basurero de Cocula “se quemaba permanentemente basura”, indica el equipo argentino. En ese lugar, “hay restos de otras personas”.
El Equipo Argentino de Antropología Forense reviró a la PGR, y marcó un capítulo más del choque entre ambos, que prácticamente comenzó desde que los primeros revelaron que no estuvieron presentes cuando se recuperó la bolsa con fragmentos óseos en el río San Juan, en Cocula, los cuales según la investigación oficial, pertenecen al menos a 1 de los normalistas de Ayotzinapa.
El sábado pasado, los peritos argentinos pusieron en duda la “verdad histórica” -como le llamó la PGR a su propia investigación- sobre el caso Ayotzinapa, al revelar que en el basurero de Cocula fueron encontrados restos que no pertenecen a los jóvenes estudiantes, además de que hay evidencias de incendios en ese lugar, al menos desde 2010.
Uno de los expertos del Equipo Argentino comentó el fin de semana, en entrevista para Aristegui Noticias, que “forzar la evidencia para que encaje con el testimonio, eso no es ciencia”.
Posteriormente, en entrevista con Marcela Turati, periodista de Proceso, consultó a un integrante del equipo internacional de expertos designado por los familiares de los 43 para que participe con la PGR en las investigaciones, como coadyuvantes independientes.
Respondió así a la PGR:
-“Nadie cuestiona la validez jurídica de sus diligencias, nosotros lo que decimos es que no presenciamos el momento del hallazgo de los restos y, a pesar de nuestras peticiones, hasta ahora tampoco nos fue mostrado el documento firmado por los marinos que los localizaron”.
-“Nosotros tenemos un área de criminalística en la que típicamente está incluida balística. Incluso uno de los integrantes es uno de los expertos en balística muy experimentado y fue por más de una década jefe de balística de la morgue de uno de los países más violentos. Esta persona tuvo reuniones con los expertos en balística de la PGR en sus laboratorios y participó con la PGR en la recolección de evidencias durante toda la primera etapa del trabajo en el basurero de Cocula, hasta que decidieron actuar por su cuenta. Otra duda que salta es ¿cómo sabía la PGR que iba a encontrar balas en esa inspección y que era innecesario invitarnos? En esa diligencia no sólo levantaron balas, también muestras de tierra que corresponden al área de criminalística”.
-“No es correcto que hubiera habido un acuerdo común para dejar el basurero sin vigilancia; al contrario: tardaron por lo menos 20 días en volver a cerrar el basurero que estaba abierto al público cuando recogieron las evidencias balísiticas y muestras de tierra. ¿Cómo saber que no afectó a la investigación? Nosotros reiteramos lo dicho sobre la importancia de mantener cerrado el sitio por ser un lugar clave para la investigación”.
-“Cuando llegó el EAAF (al basurero) estaba el procurador (director de la Agencia de Investigación Criminal de PGR), Tomás Zerón, una perito en antropología y mucha gente de seguridad. Cuando llegamos había ya todo un operativo”.
-“Una cosa es decir que encontraron ‘tres zonas de ceniza’ en ese terreno (el basurero de Cocula) y otra distinta es asegurar cuándo ocurrieron esos incendios. Ellos hablan de un tema espacial y no incluyen el factor cronológico; las imágenes satelitales que incluimos muestran que desde el 2010 el basurero ha sido lugar de incendios. La PGR no indica esos tres focos de ceniza a qué incendios corresponden y los presenta así en la conferencia sobre Ayotzinapa.
“¿Cómo están seguros de que el aluminio fundido presentado, por ejemplo, forma parte de los hechos del 26 y 27? Esa es una interpretación unidireccional. ¿Cómo se relaciona lo hallado con los eventos? ¿Cómo establecieron que eso se quemó esa noche si en ese lugar se quemaba permanentemente basura?”.
-“Si la PGR no tiene datos ante mórtem es algo que excede al EAAF porque fue decisión de las familias. En el análisis minucioso salió la mandíbula con las prótesis dentales. Esto significa que hay restos de otras personas, más allá de los normalistas, lo que puede implicar otras temporalidades. Con la evidencia física que estamos obteniendo se puede saber si tienen relación con el evento que estamos investigando, si parcialmente tienen relación, si eso ocurrió a una parte de los estudiantes y no a todos o si les ocurrió a todos; se abren muchas posibilidades. Por eso insistimos todo el tiempo en no interpretar evidencias unidireccionalmente, pues hay más de 200 personas desaparecidas en Iguala, la mayoría hombres. Mientras no se encuentre algo conclusivo o se pueda recuperar el ADN, no es posible asegurar que los restos del basurero correspondan a los 43 normalistas”.
(Con información de Proceso)
Fuente: Aristegui Noticias