La liga de la desgracia mexicana (¿Última parte?)
Como toda buena historia, no está de más hacer una trilogía de ella, aunque para algunos, quizá no les guste que, una historia se divida en muchas partes. Pero bueno, para no desviarme mucho del tema, esta es la tercera y última parte, hasta el momento, sobre la elite de la política mexicana, que ha llevado a México a la desgracia.
Cualquier persona, sin importar, edad, sexo, etnia, color, y demás características que nos puedan distinguir sin que conlleve a la discriminación; somos propensos a sufrir enfermedades, y como lo he mencionado, las acciones que han realizado dichos grupos políticos son una enfermedad que afecta a nuestra sociedad.
Y como cualquier enfermedad corres el riesgo de contraerla, sin importar si eres de derecha o de izquierda, si eres tricolor, o bicolor, si has estado en el poder por más de 100 años, o apenas te estas empapando de él, si eres un experto en el arte de la política o un novato. A dicho mal, no le importa como seas, porque estando en esa elite, seguro te corromperás.
Prueba de ello, los grupos políticos ya mencionados en mis pasadas opiniones, tan antagónicos como ellos mismo se dicen ser, pero tan similares como nosotros podemos ver, aquí no se distingue la ideología política conservadora o liberal que tienen los grupos de poder, ni el alcance del mismo, si bien, me he referido de la elite que ha alcanzado la máxima silla, eso no impide que el resto no haga de las suyas.
Recordemos nada más y nada menos a, Rene Bejarano, militante del Partido de la Revolución Democrática, conocido popularmente como el “señor de las ligas”, mismo que fue exonerado por la probable comisión de delitos, que en su momento no le pudieron comprobar, pero que fue el parte aguas, donde la sociedad se percató que, sin importar lo que representen, todos son lo mismo.
Dichas acciones realizadas desde se entonces por el PRD, puso en la mira a muchos de sus agremiados, que llegaron rápidamente a la cúpula de dicho partido y a la esfera de la entonces Jefa de Gobierno del Distrito Feral Rosario Robles, así como de Andrés Manuel López Obrador, quien este último, pudo librarla.
No podemos pasar por inadvertido a Leonel Godoy ex gobernador de Michoacán, acusado de tener nexos con el narcotráfico; Rosario Robles y Carlos Navarrete como dirigentes nacionales del PRD, señalados por malversaciones de fondos del partido, que simplemente le dieron carpetazo a dicha investigación.
Hablando de Godoy, recordemos el famoso “michoacanazo” donde 11 presidentes municipales, entre ellos dos perredistas, fueron detenidos por sus nexos con el crimen organizado. Y si de gobernadores mencionamos, esta Graco Ramírez, el morelense que es acusado de enriquecimiento ilícito, durante los dos primeros años de su gobierno.
Y qué decir de su actual dirigente nacional, Alejandra Barrales, quien es investigada por el departamento que adquirió en Miami, Estado Unidos, que, de acuerdo a su declaración de ingresos, no tiene la capacidad económica para adquirir un inmueble de dicha categoría.
Sin pasar por alto las acciones y hechos que todo el mundo observó en el gobierno del guerrereence Ángel Aguirre y el multimencionado caso de Ayotzinapa, qué junto con el entonces presidente municipal, Abarca, señalados por estar coludidos con el crimen organizado y la desaparición de los 43 normalitas.
Pero no sólo son de esos tres grandes grupos políticos, también están los llamados “la chiquillada”, cabe recordar a Jorge Emilio Gonzáles, el niño verde, señalados por actos de corrupción, desvió de recursos y tráfico de influencias, mientras fingió como Senador, Diputado Federal y dirigente de su partido.
Y qué decir de los enormes beneficios económicos que recibieron sus líderes nacionales al pactar las coaliciones políticas en los procesos electorales, así como de las grandes cantidades de dinero que dieron para las masivas campañas de comunicación e impulsar la imagen de un partido parásito.
A caso, no se percata de las acciones que está realizando el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, quien se apuntala para la contienda electoral de 2018, siguiendo las mismas artimañas de quien entonces era gobernador del Estado de México, Peña Nieto.
Así nos damos cuenta que, sin importar el tamaño ni a quienes puedan representar, lidereando o no a estas tierras aztecas, esa pequeña elite es un enorme mal social.