La historia detrás del suicidio
El día sábado 19 de septiembre después de un reporte a la Policía Municipal se encontraran dos personas muertos en un departamento en el municipio de Zacatelco en la calle Progreso esquina con calle Buenavista en la Sección Primera, según los primeros reportes de esta investigación, todo indica que se trató de un feminicidio en el cual se utilizó un arma calibre 45, estos hechos ocurrieron el día viernes por la madrugada y fue a las dos de la tarde del día sábado cuando se reporto a la primer instancia que fue la Policía Municipal, posteriormente arribaron peritos de la Procuraduría General de Justicia (PGJE) así como la SEMEFO para levantar los cuerpos de los dos sujetos que fallecieron en este lamentable hecho.
José Manuel Pereyra Castellanos o también conocido como el “Chiapaneco” fue la persona que falleció en esta lamentable día y poco se conocía de su pasado así como de su familia ya que casi no conversaba de ello, esto debido a un accidente que sufrió en Estados Unidos y por tal motivo perdió su memoria, después se fue a vivir a Tijuana y posteriormente se traslado a esta entidad de Tlaxcala en la cual llevaba 2 años radicando, según expresaron vecinos de la sección primera.
José Manuel Pereyra Castellanos era un joven amable, risueño y con un acento sureño, por esta razón y por la buena amistad que formo con sus vecinos, estos estuvieron organizándose para encontrar a sus familiares y para darle la “sagrada sepultura”, pero desgraciadamente hasta el día 29 de Septiembre no se encontró a ningún familiar que pudiera recoger el cuerpo y había una gran probabilidad de que lo trasladaran a la fosa común, esto debido a la falta de documentación y desconocimiento de familiares, lo que hacía más complicado el proceso para la entrega del cuerpo.
Mientras que la chica que falleció en este mismo hecho ya fue entregada a sus familiares tres días después de su deceso, poco se conoce de esta persona y según comentan colindantes nunca llegaron a verla, ya que tenía tan solo una semana que sabían que estaban viviendo juntos, pero desconocen mayor información de esta persona.
Después de muchos trámites y la corrupción en la “Procuraduría General de Justicia de Estado” (PGJE) en la cual les pidieron 2 mil pesos para entregar el cuerpo, por fin aparecieron familiares del joven José Manuel Pereyra Castellanos el día 30 de Septiembre, ellos se comunicaron con un vecino y le comentaron que sí tiene hermanos más chicos y sus padres los abandonaron desde pequeños, hasta el momento se está a la espera de que familiares vengan a reconocer el cuerpo.
Dentro de este caso comentaron algunos vecinos que dudan de las investigaciones que dio a conocer la PGJE debido a varias anomalías que ellos observaron cómo fue que José Manuel Pereyra Castellanos tenía dos disparos uno en el corazón y otro en la cabeza y de haber sido suicidio esto no podría ser posible, asimismo un perito les comentó que el arma que se encontró en el lugar de los hechos de calibre 45 no coincide con los disparos que él presenta, por lo que descartan la posibilidad de suicidio y abren la posibilidad de un homicidio.