Ilusión nacional, en cada victoria hay una derrota

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Ilusión nacional es título de la película de Olallo Rubio. La película es sin duda una de las mejores en cuando a sus contenidos: una perspectiva crítica de la participación de México en la copa del mundo (las derrotas y los triunfos del pasado – 1928-2012, y una mirada hacia el futuro).

Olallo deja entre la pantalla uno los conceptos que debemos comenzar a pensar: la ilusión, la ilusión es un concepto que enuncia la fragilidad y la crisis en que se sustenta un partido de futbol, la ilusión puede ser definida como: a) imagen sugerida por los sentidos que carece de verdadera realidad, o bien b) esperanza que carece de realidad, o c) entusiasmo, alegría. Quienes participan de la ilusión del futbol son millones de personas, una pasión de la humanidad: jugar, celebrar, sufrir, competir, morder, insultar…, todo, por una ilusión.

Otro de los conceptos que ilustra Olallo Rubio en su documentales el del exitismo (afán desmedido por alcanzar el éxito), el exitismo ha sido administrado en diversos contextos por las estructuras de poder. << Pero el éxito y la celebración de grandes hazañas físicas y mentales tienen una contraparte amarga (dolorosa, frustrante, el detonador depresivo al que conduce la derrota) el fracaso, la inevitable caída. Y en el futbol las derrotas llegan a ser desgarradoras (devastadoras, catastróficas) y no sólo afectan a sus protagonistas y aficionados, afligen a naciones enteras. Todos los equipos sin excepción alguna, como las leyes físicas lo han determinado, sufren del golpe en el alma que representa el error, la voluntad fallida, la demostración de superioridad del equipo contrario, y la obligatoria curva en descenso que nos lleva al hundimiento moral… nadie se salva, por cada día de gloria hay un desconsuelo, de dolor, de furia, de pena… >>  

La ilusión y el exitismo son dos factores que, como en todos los romances, son dolosos cuando se desprenden de la tierra y desde las alturas su inevitable caída nos da el golpe traidor del que pocos o ninguno se recupera. Me parece que el mensaje de Eduardo Galeano (libro que por cierto recomiendo: el futbol a sol y sombra, y otros escritos) es brillante para la ocasión, al final del partido de futbol << yo me quedo con esa melancolía irremediable que todos sentimos después del amor y al final del partido>>.

PD. ¿Cuántos nos ilusionamos al grado de no poner un colchón para la caída? Salud!

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