¡Hay que dirá la sociedad!
Fíjese que yo estaba en mis cinco minutos de desestrés y prendí la tele donde encontré un programa muy popular llamado “La rosa de Guadalupe”, este programa como usted debe de conocer se escenifican temas de problemas familiares, donde siempre hay un conflicto y su punto de solución es cuando aparece una rosa blanca de repente el aire la mueve y la solución llega, por eso el nombre.
En este capítulo hablaban un poco de los estándares de jóvenes y la historia se desarrolló así: el típico joven rico que le conviene a la novia de clase alta, pero de repente llega un joven que no cuenta con la misma economía, por lo tanto él no tiene la misma validez moral, seguramente es un vago, bueno para nada, sin rumbo o visión en la vida, lo que me dio por pensar, ¿cuántas veces caemos en ese error?.
Seguramente usted en algún momento como todos lo hemos hecho juzgamos a las personas por cómo viene vestidas, por como hablan, por el perfume que usan, por la moda, por sus preferencias sexuales, por su color, en fin, cuando se trata de analizar la vida de los demás y sin conocer a las personas podemos hacer un sin fin de “ideas erróneas”, que al final de cuenta solo son “ideas”.
¡Pero cuantos daño hace esta situación!, ya que menospreciamos la valía de un ser humano y es que todos en este mundo tenemos defectos y virtudes, todos somos seres que erramos, lo importante es que cada uno de nosotros inicie con un autoanálisis y sobre esta situación trabajemos nuestra propia vida.
Muchos desgraciadamente fuimos educados con el dogma social del que dirán, como si esto fuera lo más importante en el desarrollo social de nuestra vida, pero a veces “la gente” habla solo por hablar, dice cosas si con mala fe y como humanos buscamos tan solo un “error” para hacerlo enorme, como si eso fuera todo.
Como dice mi viejito sabía, mi padre; puedes hacer todo bien en tu vida, pero si tan solo te equivocas una vez, la gente te conocerá por eso, ya serás señalada por ese error, todo mundo se enterara de las cosas negativas que haces y poco valdrá los miles de aciertos que tuviste en tu vida.
Muy sabio mi padre, y es que es así, “la gente” habla, habla, y hablará y juzgará tal vez sin conocer de fondo la situación o a la persona, solo esperemos que como sociedad ocupemos menos tiempo en criticar y nos ocupemos más en hacer el bien, que nada nos cuesta y sí mucho nos deja.
Seamos de esos héroes que no necesitan reconocimiento alguno, escuchemos la preocupaciones de nuestros padres, amigos, digamos lo que pensemos sin menos preciar al de a lado, ayudemos a cruzar al ciego, esto como metáfora o realidad, seguramente nos ayudará mucho como sociedad y no como la suciedad que a veces parecemos ser.
Las preguntas aquí serían muy internas ¿Cuántas veces he juzgado sin conocer? ¿De esas ocasiones me he equivocado o si he acertado? ¿Me dedico a criticar a terceros y yo cuantas veces me analizo? ¿Hare algo por cambiar esta actitud que no me deja nada positivo? ¿Cree que la diversidad en este mundo sea mala? ¿Por qué juzgamos?
Pd. Estas letras se las dedico a un hombre magnifico en todos los sentidos, mi padre.
Pd. 2 Sé que no es perfecto, pero así lo amo, porque sé que el amor radica en aceptarse el uno al otro como somos.