Entre spots, campañas de lodo y echar mierda

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Las campañas electorales en el Estado de Tlaxcala están a lo que da y las acusaciones entre y contra integrantes de los partidos (falacias dicen…) están comenzando. Desde hace algunos años una constante en las campañas electorales locales y federales se practican: guerra de spots – determinante para generar la falsa conciencia de los votantes y lograr “el triunfo” después de gastos y topes de campaña sin fiscalizar-; video escándalos que van desde exhibir al candidato corrupto hasta la edición de videoclips con fines de desafuero; periodicasos de derecha y de izquierda o desde el centro, pues las campañas de lodo sin dinero.

 

Los expertos de la mercadotecnia, la simulación y las “estrategias electorales”, se venden el mejor postor: desacreditar, relacionar al oponente con lo negativo y nuestro candidato con lo positivo – con música de fondo claro -. La televisión y otros medios de difusión reciben una cantidad de ganancias nada despreciables, los paquetes en tiempos y horarios terminan siendo el tema entre el cliente y la empresa. Pocas veces vemos propuestas que atiendan a la realidad y busquen la solución a problemas de la gente de a pie. El spot exhibe a los candidatos de lana con los pobres y jodidos trabajadores eternos, el spot se centra en la bandera del partido, el candidato, los colores abundantes ligados a una canción guapachosa… (Ha, las canciones son otro tema…). El spot donde las bondades del partido y el candidato son lo principal insulta la inteligencia del posible votante puesto que el condicionamiento clásico se aplica a los animales sin razonamiento – con perdón de los animales -.

Otra forma de anticampaña – mediante publicidad – es la denominada guerra de lodo: se relaciona a los candidatos con algún integrante corrupto del partido a exhibir (“compra votos”, “regala despensas”, “regala dinero”…) con la finalidad de denigrar al oponente – pues también sería corrupto-, los votantes dicen se van más por lo que ven que por lo que se hace. Si un partido ya exhibió la corrupción de uno pues será inevitable que el otro busque y encuentre la forma de hacer lo mismo y más exagerado. Las campañas de lodo llegan a su clímax cuando las opiniones y los spots pasan a un terreno legal en el que si uno cae también el otro: y entonces… a echar mierda: públicamente se asume la corrupción de uno ligado al otro, un caso lleva a otro y a quien resulte salpicado (el terreno de la moral y la ética aquí desaparecen). No es nada nuevo pero generalmente cuando terminan las campañas y el proceso electoral, los perdedores comienzan a echar mierda.

PD. No podemos permitir la corrupción, la falta de transparencia, la evasión de la ley y la sinvergüenza por parte de algunos integrantes de los partidos, sea quien sea, es nuestro derecho como ciudadanos exhibir sus tranzas y sobre todo sus vicios, ¿o, ya nos vieran la cara de…?

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