“Una gota de rocío deslizándose por entre las hojas de aquel frondoso árbol, apenas perceptible resultado de la noche fresca que está por desaparecer ante la llegada de los primeros rayos del sol

Algunas aves formando aquella parvada que pronto encontrara el destino trazado por ellos mismos, su canto muy bien entonado invade los caminos mientras avanzan en el aire, aquel aire de viento fresco que solo quien ha disfrutado un amanecer pueden saber a qué me refiero y enfatizo, solo quienes lo han disfrutado pues estar ahí corriendo a prisa por llegar al trabajo, avanzar en el auto mientras se discuten por menores a resolver o u otras circunstancias más cotidianas por las mañanas no aseguran que se esté disfrutando verdaderamente

Los diferentes sonidos a la distancia y aún más aquellos cercanos, la musiquilla inconfundible del panadero, las trompetas de los repartidores del gas casero, los tradicionales vendedores de frutas y legumbres itinerantes ofreciendo aquellas ofertas que solo ellos entienden al ofrecer kilos de menos pero que son bien aceptados por los consumidores que esperan con alegría a sus “marchantes” a veces más por solidaridad y aprecio que por los costos que ofrecen

Los cláxones de los autos que van de prisa aun cuando no lo amerite y el transporte público que bien sabe cuándo es tarde para aminorar su marcha y en otros momentos correr a altas velocidades poniendo en peligro a quienes transporta y a quien incautamente pase cerca de ellos, pues solo ellos saben la causa de sus prisas y lo diestros que pueden ser para esquivar aquellos peligros que ellos mismos provocan la mayoría de las veces

En casa apenas un desayuno fortuito para algunos, en otros casos un lonche improvisado o alguna fruta para ahuyentar el hambre mañanera, en otros casos la mañana apenas será para recuperarse de quienes trabajan pesadas jornadas nocturnas y entonces aquel rocío fresco les indica que pueden descansar al menos unos minutos hasta donde el calor sofocante se los permita

El andar, el caminar para quienes llevan una rutina de actividades y que a su paso regresando del trabajo o dirigiéndose a sus actividades se encuentran de frente a los pocos repartidores de leche que han sobrevivido a la competencia interminable de lácteos envasados, encontrarse en el camino a las tradicionales gelatinas de variados colores que lucen deliciosas en aquellas pequeñas vitrinas de mano, a las mesitas estratégicamente colocadas en algunos paraderos o esquinas de banqueta ofreciendo pan dulce y café entre otras cosas

El subir al transporte colectivo y aun cuando las charlas vivenciales se han vuelto historia, aun así puede verse a otras personas somnolientas en su lugar o aun al ir parados aprovechar para “completar” sus horas de sueño o a otras tantas teclear con avanzada habilidad poniéndose al tanto en las redes sociales, “disfrutar” de la música estridente, romántica o de diversos géneros sea cual sea pero eso si a volumen alto  que poco importa de que hable pues inconscientemente se entiende o da por hecho que es el aislante “perfecto” que aísla al conductor de los pasajeros permitiendo así a cada quien divagar en su intimidad de pensamientos

Para este momento las gotas de rocío nocturno han desaparecido el cielo se encuentra iluminado e independientemente de cómo hayan sido las horas nocturnas de cada quien, hay algo que es verdad  y corresponde a que en todo esto y quienes se encuentran ahí, hay vida y ello es indiscutiblemente lo mejor de todo pues es algo (además de personal y maravilloso),  lo que marca la gran diferencia entre el estar o no

La vida que cada cual posea es la gran virtud de saber que de esta manera lo que se considere adecuado, erróneo, fallido y demás; tiene solución.

Es verdad que cada persona tiene sus razones y percepciones propias de su realidad y ello independientemente de las aflicciones y pesares que le generen sabe que mientras esté con vida podrá hacer lo necesario para rectificar, encausar y continuar los logros que se proponga logrando con esto honrar el regalo divino de la vida, del ser individual, del libre albedrio, de los sueños planteados y de participar en la gran obra divina de provocar felicidad en su andar

Amable lector, por mucha bibliografía que alguien pueda revisar, por muchos cursos y talleres de desarrollo humano y superación personal, por la mejor estabilidad económica o todo lo contrario(toda la posible pobreza que usted pueda expresar tener), con todo ello considero importante rescatar en todo momento desde lo más simple hasta lo más importante que algo pueda parecerle; enaltezca y honre su vida pues ello es algo que le permitirá ser feliz y enseñar a transmitir felicidad; gratitud a usted por haber elegido estar aquí.

 

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