En Veracruz no hay “misión cumplida”, recriminan a Peña por desaparecidos en Tierra Blanca
Atrincherados en la agencia del Ministerio Público de Tierra Blanca, en las instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), en las oficinas de la Secretaría de Gobernación en la capital mexicana o en los medios de comunicación, los padres de los cinco jóvenes desaparecidos desde el pasado lunes 11 exigen respuestas sólidas de las autoridades sobre el paradero de su hijos.
Noche tras noche esperan con ansias la visita o llamada telefónica de la directora de Investigaciones Ministeriales de la FGE, María del Rosario Zamora, para que les informe de los “avances del día”.
La consignación de siete policías, dicen, no es suficiente, ellos quieren saber dónde están José Benítez de la O, Mario Arturo Orozco Sánchez, Alfredo González Díaz, Bernardo Benítez Arróniz y Susana Tapia Garibo.
Ayer, desde la página “Ayúdennos a Encontrarlos”, los familiares de los cinco jóvenes ‘levantados’ presumiblemente por policías estatales en Tierra Blanca difundieron un comunicado en el que recriminan los “bandazos” y especulaciones del gobierno de Javier Duarte y de la FGE.
“Han pasado poco más de 12 horas de que el fiscal general del estado de Veracruz, Luis Ángel Bravo, dijo a un medio de comunicación que en dos o tres horas tendríamos noticias de algún avance sobre el paradero de nuestros hijos y seguimos sin una respuesta después de 16 días de que fueron ‘levantados’ por la Policía Estatal y entregados a una célula al servicio del Cártel Jalisco Nueva Generación”.
En ese texto, los padres de los cinco jóvenes recriminan que el gobierno priista y la FGE traen una dinámica de “ya casi”, “ya merito”, “en un par de horas”, solo para dar la percepción de que son eficientes y están trabajando.
“¿Será que el fiscal Luis Ángel Bravo en cada fosa que descubren cree o espera encontrar a nuestros hijos? Es un hecho que la búsqueda de ellos ha dejado al descubierto el cementerio clandestino en que han convertido a Veracruz”.
De igual manera, dicen al presidente Enrique Peña Nieto que en Veracruz no hay “misión cumplida” (como sí la hubo con Joaquín El Chapo Guzmán, recapturado el pasado viernes 8 en Los Mochis, Sinaloa), dado que aquí la Policía Estatal Acreditable secuestra inocentes y trabaja para el crimen organizado.
El documento está firmado por las madres de los cinco jóvenes desaparecidos: Dionisia Sánchez Mora, madre de Mario Arturo Orozco; María del Carmen Díaz Garrido, madre de José Alfredo González Díaz; Carmen Garibo Maciel, madre de Susana Tapia Garibo; Columba Arroniz González, madre de Bernardo Benítez Arroniz, y Gloria de la O Santos, madre de José Benítez de la O.
Los padres de los jóvenes desaparecidos ya viajaron al Distrito Federal para reunirse con Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob).
En la oficina de Bucareli presionaron para exigir el envío de la Gendarmería Nacional y agilizar la búsqueda de los jóvenes. También han acudido a distintos medios de comunicación para exponer la desaparición forzada de Mario, Alfredo, Bernardo, Susana y José, quienes antes de ser ‘levantados’ bailaron, jugaron bingo en un casino y comieron birria en la zona turística de Veracruz-Boca del Río.
Incluso, en Tierra Blanca montaron un altar con las fotografías de cada uno de los jóvenes, quienes según las investigaciones gubernamentales fueron levantados por la Policía Estatal para ser entregados a una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), grupo delincuencial que controla diversos municipios costeros y de la región del Sotavento en Veracruz, pero cuya presencia en la Cuenca del Papaloapán era hasta hace poco desconocida.
Según los padres de los cinco muchachos, en las oficinas ministeriales de Tierra Blanca, ayer les dijeron que hubo una inspección ocular en el rancho “El Limón” de Tlalixcoyan, que también hubo otra diligencia de la Gendarmería Nacional en la comunidad de Vicente en Oaxaca, muy cerca de Tuxtepec, y que el fin de semana pasado se peinó el municipio de Tierra Blanca, pero al final del día la misma respuesta fatídica.
“Que hay evidencias, que tienen indicios, que están analizando las pruebas, pero de nuestros jóvenes aún nada”, resume vía telefónica Bernardo Benítez.
“Ya se me secaron las lágrimas, no he podido volver a casa. ¿A qué vuelvo, si no es con mi hijo?”, añade la madre de José.
En tanto, en redes sociales ya circula de forma viral un fragmento del programa Punto de Partida que conduce Denisse Maerker, en el que se observa a Bernardo Benítez haciendo el siguiente ofrecimiento al grupo delincuencial que se llevó a los cinco jóvenes: “Les ofrezco la vida. Yo me cambio por ellos. Entréguenmelos vivos y sanos y yo me entregó, yo voy a donde ustedes digan y de mí pueden hacer lo que quieran”.
Fuente: Proceso