El carnaval en Zacatelco
El carnaval fue introducido en Tlaxcala por los colonizadores españoles, aproximadamente desde el siglo XVII, de hecho en 1699 el entonces gobernador de la Provincia, el Duque de San Román, emitió un Auto en el cual prohibía a los danzantes burlarse de personalidades locales y ordenó que el edicto se pregonara en los idiomas náhuatl y español. Este documento se encuentra en las oficinas del Archivo Histórico de Tlaxcala. Las danzas y música de carnaval fueron creadas por los indígenas tlaxcaltecas a partir de la asimilación que hicieron de los bailes y música llegados de España entre los siglos XVI y XIX. Desde entonces han sido modificadas y adaptadas por los intérpretes, procurando no alterar demasiado su carácter original.
Es una tradición, es un ritual, es sátira, es una fiesta, es cultura y el punto donde se une lo sagrado y lo profano; la creencia y la vivencia; ricos y pobres; amigos y enemigos; mujeres y hombres y todos quienes pueden compartir detrás de una máscara y disfraz que transforma a los personajes que año con año hacen del carnaval la fiesta esperada.
No en todos los municipios hay danzas de carnaval, pero si lo disfrutamos la mayoría de los tlaxcaltecas: Es música, ambiente, baile, festejo, desahogo, inversión económica, derroche, alegría, nostalgia, convivencia, costumbre, etc. Todo unido por la voluntad de la gente que no pierde su gusto y lo hereda a las nuevas generaciones. El carnaval ha sido motivo de estudio de escritores, pintores, fotógrafos, antropólogos, músicos, historiadores, periodistas que expresan su sentir de este ritual que es reconocido y desdeñado, criticado y defendido, pero finalmente es una danza que no cesa y que en cada compás asienta más su paso en esta tierra del Zacate.
Una de las expresiones culturales más arraigadas en el Estado de Tlaxcala, es la celebración del carnaval que se caracteriza por la ejecución de diferentes danzas de origen indígena. En gran parte del Estado la población organiza esta festividad de acuerdo a los usos y costumbres de cada región.
En Zacatelco predominan las cuadrillas de CHIVARRUDOS, la escenificación traduce el arreo cotidiano de los toros o reses bravas a través de los campos; el atuendo de los chivarrudos es una parodia de los caporales de las haciendas. Si observamos con atención, es un sombrero de ala ancha, paliacate al cuello, máscara con rasgos de hombre mestizo con bigote y ceja poblada, saco o chamarra de cuero, una mascada o pañoleta atada al brazo y el caballo de madera puede ser negro, blanco, bayo, alazán, etc. Las chivarras cumplen la función de chaparreras y un fuete para espolear al caballo. Desde luego no podía faltar el lenguaje florido propio de los arrieros, con versos que van desde los piropos dignos del halago a una bella dama, hasta las irreverentes coplas, poniendo énfasis en dedicatorias a los personajes de la comunidad, llámense políticos, funcionarios, servidores o ciudadanos comunes así como usted y como yo. Después del arreo y toreo en medio de versos y brincos característicos, se procede a la quema del TORITO, donde el torero fastidia a los chivarrudos y concurrentes con el estruendo de los cohetes y las chispas de los buscapiés, sin olvidar los cohetes chifladores que salen del armazón del torito, todo esto en medio de la algarabía, emoción, temor y diversión de los asistentes.
Ha quedado en el olvido la escenificación del casamiento que se realizaba con la presencia de los casamenteros, no podían faltar los novios y sus respectivos padres, el sacerdote y desde luego el juez; El ritual era el siguiente: El padre pedía a la novia en idioma Nahuatl y los padres de la novia se chiqueaban y hasta se injuriaban, posteriormente accedían y se armaba entonces tremendo borlote y comenzaba el jolgorio, todo esto parodiando a algún personaje del lugar o simplemente representándolo como si fuera una despedida de soltero, donde tanto el novio, la novia, así como los padres eran muchachos quienes eran objeto de burla”. Desde luego que en Zacatelco, existen personajes representativos del carnaval por ejemplo: Merced Ramírez, Raúl Muñoz del barrio de Exquitla; Eugenio Morales de la Sección cuarta, Miguel Hernández, Pancho Moro, Cruz Rodríguez “El payasito” Victorio Xochipiltecatl Meneses.
Al igual que en la mayor parte del estado, en Zacatelco se celebran las fiestas de carnaval entre los meses de marzo y abril, antes de la Semana Santa. Camadas de huehues recorren las calles ejecutando vistosas danzas, rematando los festejos en cada barrio o sección generalmente con la presentación de afamados grupos musicales. Los huehues son los que más caracterizan a la región de Zacatelco, también conocidos como chivarrudos de Zacatelco, ya que su traje está elaborado con chivarras de piel de chivo que llevan un caballito entre las piernas, el cual los hace pareces que andan cabalgando, llevan una máscara y un sombrerito muy vistoso. Los chivarrudos hacen su exhibición bailando y gritando, además de que tratan de asustar a los asistentes, son caracterizados por sus famosas frases como “En esta calle derecha…”, al final encienden un torito de fuegos artificiales, y lo bailan alrededor de la pista, acompañado siempre por el teponaxtle.
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