“El amor es armonía aún estando en desacuerdo” Abraham Gandhi

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Acorde a la fecha asignada a conmemorar el amor y la amistad, recordé la frase con la que iniciamos esta publicación que a mi parecer constata de buena manera el sentimiento del amor.

 

Seguramente usted ha escuchado versiones, autores o publicaciones afirmando que el amor dura “x” o “y” tiempo que marcan entre los tres o siete meses aproximadamente (aclaro que también le llaman enamoramiento).

Pues bien cuando acuden a sesión terapéutica y mencionan esto, les preguntó lo siguiente: “¿usted considera entonces que el amor tiene fecha de caducidad?”.

Ante esto muchas de las veces se desata un sin fin de argumentos, justificaciones y procesos de análisis que más que convencer me hacen reafirmar que el amor no tiene caducidad y créanme ello me genera alegría.

Algo común es cuando comienzan a querer confundir o confundirse utilizando términos de asociación “Es que una cosa es querer y otra muy diferente amar”, “Quien ama está dispuesto a sufrir”, “amar es algo muy especial”, cuando pregunto ¿qué es muy especial?; regresa la polémica.

(Recuerde que en esta solamente hago mención de criterios como sugerencias y alternativas de revisión para que cada quien decida sus propios criterios y acciones).

Amor decía entonces, es un sentimiento humano que genera múltiples reacciones y emociones a la vez provocando fortaleza, entusiasmo y excelente actitud ante la vida en quien se manifiesta dicho sentimiento.

Menciona Abraham Gandhi: “el principal requisito para amar es perder la individualidad”; no se trata de perder la personalidad, ni de dejar a un lado los criterios personales, más bien es una frase que nos indica que para amar y ser amado tendremos que tener muy presente a la persona a que decimos amar al tomar decisiones, aceptar compromisos y concordar en la toma de decisiones.

Y es aquí en donde vemos y escuchamos con mayor frecuencia a quienes expresan:
“Por mucho que te ame no cambiare…”,”si me ama tendrá que aceptarme como soy”, “si te amo pero no voy a dejar de hacer…”; muchas frases más que fomentan y proyectan “lucha de poderes” que separan, destruyen y confunden a quienes se “aman”.

Si usted decide amar, estoy seguro que no tendrá que “cambiar” su personalidad, ni sus gustos o preferencias, tampoco sus rutinas de vida y mucho menos sus trajes por jeans o viceversa; no, solo tendrá que aprender a proyectar sus deseos, preferencias, sentimientos, emociones y a tomar decisiones en pareja cuando los resultados les repercuta a ambos.

Recuerdo una frase paradójica que en otros temas rescataremos: “para crecer juntos hay que crecer separados”.

Apreciable lector, ¿recuerda alguna de estas frases?: “gordit@”, “pelusita”, “leoncito”, “cielo”, “bichit@”, “cosita..” ,corazón”…
¿le ha sucedido que al cerrar los ojos puede percibir el aroma de esa persona especial para usted aún cuando no está ahí en ese momento?, ¿que al despedirse o en cualquier momento basta con cerrar los ojos y aparece la imagen del ser amad@ al instante?, ¿que recuerda con claridad el tono de su voz, su risa, las frases que utiliza para dirigirse a usted y ello le genera paz interior y felicidad?, ¿que sin razón aparente y en cualquier lugar o momento percibe su energía y menciona su nombre o simplemente dice al viento: “te amo”?.

Si es así, le sugiero no se complique, no se acompleje, no se limite; viva, viva el momento porque esto así de sencillo y al mismo tiempo tan importante.

Esto, es el amor y felicidades a quienes se permiten ejercer tan noble sentimiento.

Sugiero no complicarse pensando en que “es una fecha meramente de mercadotecnia o de cursilerías”.

Si usted tiene la capacidad económica o gusto por regalar algo, ¡hágalo! es su decisión y si el amar es cursi; seamos cursis felices entonces.

Hasta la próxima!!

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