Continúan los estragos para nuestros bolsillos
Por: Miguel Ángel Flores Pluma
En esta semana el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), anunció que la inflación anual ha llegado al 3.29%, hasta el mes de noviembre, y posiblemente al cierre del año, llegue al 3.50% e incluso hay quienes se atreven a decir que, hasta un 4%, que es prácticamente el doble a comparación del 2015.
Y es que en tan solo los primeros quince días de lo que va del mes, ha habido un aumento del .77%, esto a consecuencia del desequilibrio que se ha dado por la demanda de bienes y servicios, a eso auméntale el alza del dólar, la tasa de interés, sobre todo la falta de atención de nuestro gobierno para incentivar la producción nacional, esto porque en las últimas semanas han sido ocupadas para atender lo que sucede en el exterior de México, dejando de atender lo que sucede en nuestro país.
En algún momento de nuestra vida empezamos a utilizar dentro de nuestro vocabulario la palabra inflación, sobre todo durante la crisis de los 90´s; la cual, fue nombrada prácticamente como la culpable de nuestra situación financiera; que por culpa de la inflación no se paga la deuda, que por culpa de la inflación los gobiernos requieren gastar más, que por culpa de la inflación se crean nuevos impuestos, y un sin fin de culpas que le prosiguen a esa palabra.
Pero realmente, la inflación es la culpable, no lo es del todo, porque desde que se inventó el comercio, siempre ha existido inflación, no solo en México, también en el resto del mundo, solo que, en nuestro país las malas o nulas políticas económicas de nuestros gobernantes, han hecho que esa inflación nos hunda más en lugar de sobre salir de ella.
Claro ejemplo será que a partir de hoy habrá un aumento a los productos agroalimentarios, donde el INEGI estima que aumenten un .66%, para las mercancías en general un .21% y para los servicios un .25%; si usted cree que eso no le afecta, déjeme comentarle que eso es poco a comparación del aumento de la canasta básica, es esta aumentará un 1.64%, y por supuesto no hay que dejar de lado la energía eléctrica y los combustibles.
Por lo que, desde hoy puede ver que tendrá que escoger entre la cena de navidad o la de año nuevo, pues será más caro a comparación de los años anteriores y quizá, si iba a dar obsequios a sus pequeños, posiblemente tendrá que ser hasta el día de los niños, pues ni con el aguinaldo le va a alcanzar, peor aún si lo gastó durante El Buen Fin.