Con un empate técnico en las encuestas, Harris y Trump se preparan para un debate clave en la campaña electoral
La vicepresidenta demócrata y el expresidente republicano se encontrarán este martes en Filadelfia para protagonizar una contienda pública dirigida a seducir al electorado indeciso que definirá los comicios del 5 de noviembre.
(Desde Washington, Estados Unidos) Kamala Harris se encerró en un hotel de Pittsburgh para entrenar su guión de debate presidencial: enfrente un asesor disfrazado de Donald Trump contestaba sus argumentos políticos sobre el valor de la democracia y a la importancia de preservar el derecho al aborto. A 3.500 kilómetros de allí, en su hotel de Las Vegas, Trump utilizó su propia suite para observar -una y otra vez- el discurso de Harris en la Convención Demócrata: buscaba su flanco débil para afilar su réplica política.
Con las encuestas arrojando un empate técnico, Los dos candidatos asumen que el debate presidencial en la cadena ABC será un punto de inflexión en la campaña electoral. Y se preparan para una puja mediática que tiene lógica de suma cero: solo quien gane se llevará cuatro años en el Salón Oval.
Harris y Trump nunca se encontraron. El expresidente republicano descartó una transición ordenada con Joseph Biden -denunció fraude electoral-, y no concurrió a la Casa Blanca para hacer los honores a su sucesor.
Ambos candidatos se tienen inquina personal, y una muestra de ese desagrado mutuo podría ocurrir cuando inicie la confrontación pública: no está claro aún si se darán la mano frente a los millones de estadounidenses que mañana a las 21.00 (hora del este) cenarán mirando un acontecimiento histórico.
La última encuesta publicada por The New York Times muestra a Trump con 48 por ciento de los votos versus el 47 por ciento a favor de Harris. Ese sondeo tiene un error estadístico del tres por ciento, un dato que afirma lo obvio: hay empate técnico entre los dos contendientes.