Cambios, ¿Transformación o pérdida?
En el transcurso de nuestra vida siempre existen cambios que pueden llegar a cambiar nuestro estado de ánimo, ya sea que nos pongan felices o tristes, distintos factores nos hacen tomar decisiones que deben tener un resultado sea cual sea pero al final obtendremos resultados.
Lo importante dice un amigo es decidir y afrontar todas las responsabilidades que esta decisión traiga, pero a veces este pequeño sí o no es lo que nos trae mucho tiempo en desconcierto y ahí es cuando decimos que vamos a perder algo y generalmente no nos damos cuenta de lo positivo que tal vez llegué, si es que lo buscamos, si nos arriesgamos, si lo enfrentamos y nos amarramos nuestros calzonsotes como dirían nuestras abuelitas y tal vez venga algo mejor o seguramente llegará algo que cambiará nuestra vida.
Los cambios debemos verlos como algo normal, lo que sí está mal es estancarnos y aférranos a una sola cosa que ya no nos brinda nada positivo, también debemos estar seguros de esta decisión para después no arrepentirnos y echar culpas que nos corresponden, porque hay que recordar que los únicos en esta vida que tomamos decisiones sobre nosotros somos nosotros mismos, tal vez existan factores pero al final el volante lo llevamos nosotros, lo llevas tú, nuestra vida la conducimos nosotros mismos, nadie vendrá a decidir por nosotros, nadie.
Cuando se tienen que tomar decisiones tan importantes para nuestra vida lo más importante es tomarlas con la cabeza fría, analizar todos los pros y contras que nos traerá esta decisión, incluso analizar los errores que tuve en el pasado, para no volver a cometerlos, escuchar al corazón y al fin decidir.
Uno de los tips que ayuda mucho a tomar esta decisión es platicar con tus verdaderos amigos, salirte de ti mismo y visualizarte hacía donde quieres caminar, porque a veces donde estas parado ya no te corresponde, tienes que avanzar, siempre buscando tu bienestar emocional, económico, familiar, pero al final tu bienestar.
Hoy te invito que analices todo lo que te rodea y si crees que ahí estas bien sigue, pero si no es así entonces camina.
En esta ocasión quiero agradecer por este medio a las personas que me dieron una palabra de aliento, un consejo, un abrazo, que me leyeron la cartilla, que rieron a mi lado, que me sostuvieron en momentos complicados, gracias a ustedes por brindarme un poco de su tiempo y corazón.
De Tlaxcala yo me llevo muchas cosas, su gente tan inteligente, tan diferente, tan ellos, me llevo sus “quesque no”, me llevo su participación y preocupación política, me llevo unos ricos elotes, cacaos y una tlayuda que jamás había probado y por supuesto muchas enormes y grandes historias
Y sólo me queda decirles; ¡gracias! Y ahora me toca a mí seguir mis propias líneas, mis propios consejos.
Pd. La vida siempre nos pone en el lugar correcto