“Cada ser decide como desea vivir” cierto, pero también cómo morir
“Cada ser decide como desea vivir” cierto, pero también como morir. Quiero agradecer a quienes al leer esta sección amablemente me han enviado o hecho comentarios manifestando su agrado y satisfacción por los mismos; también les recuerdo el número de celular para agendar citas de asesorías psicológicas es 246 122 43 18.
Es probable que usted como yo hayamos tenido la dolorosa experiencia de asistir al funeral de un familiar, amigo o conocido. La muerte física es algo inevitable pues al tener vida en algún momento llegará la muerte; eso lo sabemos cierto, algunas veces llega de manera inesperada a través de algún accidente, en otros momentos de manera lenta y dolorosa para ambas partes (quien se va y quienes permanecen en este plano); y en contadas ocasiones por la edad avanzada. No importa la manera en que llegue, deja en quienes convivieron con este ser sentimientos diversos en cuanto a cómo se encontraban ambos en el momento de la defunción. Y es aquí la razón de la frase con que iniciamos este artículo: “cada ser decide cómo vivir y también como morir”.
Escuchamos de repente cuando alguien fallece: “era muy buen@”,”porque se tenía que ir ahora”, “nos faltó tiempo para cerrar algunas cosas”… También vemos que de repente y de la “nada” comienzan a llegar arreglos florales (a veces muchos más que el número de personas que asisten al sepelio), también en algunos casos la casa del difunto se comienza a llenar de personas que muchas veces ni se reconocen entre ellas pero que dicen son familiares que apreciaban mucho a quien falleció y un sin fin de situaciones en este penoso momento (pena refleja dolor).
Bien el tema abarca diferentes momentos y los iremos contemplando en otras publicaciones, por esta ocasión solo deseo transmitir la siguiente sugerencia: “Vivamos cada momento de nuestra vida con amor y satisfacción aun cuando parezca que la vida o personas con quienes convivimos parezcan injustas con nosotros”. Aprendamos a ser asertivos en la toma de decisiones, responsables de nuestras acciones realizadas y/u omitidas.
Casi siempre se habla de quienes se quedan y se culpan (o los culpan) por no haber “cerrado” situaciones inoportunas, pero quien se va también pudo contribuir a que cerraran estos ciclos, entonces pensemos en que un día nos iremos y que hoy mismo podemos comenzar a “cerrar” los malos momentos que podamos tener con alguien para que si nos vamos no dejemos sentimientos de culpa en quienes decimos amar o preocuparnos por ellos y si nos quedamos no carguemos con culpas injustificadas que pueden ser subsanadas a tiempo; no caigamos en errores que seguramente hemos escuchado en otras personas que con falso orgullo publican a los cuatro vientos: “pero cuando yo muera veras cuanto vas a sufrir y te lamentarás” o cosas como esas que predisponen chantaje y manipulación.
Si de algún ser querido a muerto no pudiste ponerte en orden con él o ella; recuerda que también fue human@ y como tal tuvo aciertos y errores, acepta las circunstancias y acéptate como tal, la mejor forma de cerrar ese momento es no permitirte tener los mismos errores con quienes ahora convives; demuéstrate que aprendiste esa lección de la vida y permítete ser feliz contigo y con quienes tienes cerca.
Hay quienes dicen que hay que dar cosas o flores en vida porque después ya no las ven; tal vez sea cierto y es asertivo: “en vida”. Pero si te nace de corazón y no es producto del resentimiento, egos, falsa humildad o sentimientos de culpa; ¡hazlo! Es tu deseo y derecho humano visitar el lugar que representa el reposo del ser querido: hazlo y permite que ese ser “viva” cada vez que invocas un buen recuerdo de él o ella. Respeto criterios, culturas y religiones; pero si existiera vida en otro plano dimensional, pregúntate como deseas ser recordad@ y comienza a trabajar en ello hoy mismo.
El mejor regalo y muestra de la existencia de un ser superior es la vida; honrémosla viviendo cada instante en paz con nosotros mismos y nuestro entorno. La mejor música para tus oídos: tu nombre” El mejor propósito para este día: ¡Ser feliz! ¡Hasta la próxima!