Ayuda de la OTAN para Ucrania: los modelos posibles
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, consiguió en la cumbre de la OTAN promesas de seguridad y de nuevas entregas de armamento. ¿Qué significa eso para Ucrania?
Antes, durante, y también ahora, luego de la cumbre de la OTAN, se desarrolla una controvertida discusión acerca de cómo se puede garantizar la seguridad de Ucrania de manera duradera. Desde acuerdos bilaterales, hasta una membresía completa en la OTAN, hay distintos modelos para frenar nuevos ataques de Rusia a Ucrania.
Garantías de seguridad a largo plazo
En la cumbre de la OTAN en Vilna, el 11 y el 12 de julio, los países del G7 prometieron allanar el camino para dar a Ucrania garantías de seguridad a largo plazo, y también para liberar nuevas entregas de armamento.
Esas “garantías” no se pueden comparar con la invocación del Artículo 5 de la OTAN, explica la politóloga Aylin Matlé, investigadora del Centro de Seguridad y Defensa de la Sociedad Alemana de Política Exterior (DGAP). El término representa el compromiso de una respuesta conjunta de los socios de la OTAN en caso de que un miembro sea atacado.
En lugar de eso, dijo Matlé a DW, se trata de importantes medidas para fortalecer a Ucrania como Estado soberano, por ejemplo, la cooperación entre los servicios de Inteligencia, el respaldo a la industria de defensa ucraniana, la capacitación de soldados, o el apoyo económico en general
Anteriormente, Occidente también apoyó a Ucrania en la guerra contra Rusia, pero algunos de los compromisos recientes son nuevos. “La política de Occidente señaliza a Rusia que quiere apoyar a Ucrania, no solo ahora, sino también a mediano y largo plazo”, aclara la experta.
Esa señal es importante, ya que un apoyo a largo plazo es exactamente lo contrario de lo que espera el presidente ruso, Vladimir Putin, es decir, que los países que apoyan a Ucrania cedan.
Benjamin Tallis, también experto de la DGAP, señala, sin embargo, que “ese no es el tipo de garantías que tranquilizará a la población ucraniana. Esta recuerda bien el Memorándum de Budapest, de 1994, cuando Ucrania abandonó sus armas nucleares en respuesta a las garantías de seguridad otorgadas por el Reino Unido, EE. UU. y Rusia. Y eso,evidentemente no fue suficiente como para disuadir a Rusia de un ataque”.
Modelo Israel”
La falta de armamento nuclear en Ucrania también es la diferencia decisiva con Israel. Por estos días se habla del llamado “Modelo Israel”, haciéndose referencia a que Israel tampoco es parte de la OTAN, pero es apoyado activamente por EE. UU. en cuanto a seguridad y armamento. Eso funciona para ese país sobre todo porque, al contrario de sus vecinos, posee armas nucleares, explica Tallis.
Consejo OTAN-Ucrania
Tanto Tallis como Matlé ven el nuevo Consejo OTAN-Ucrania como un resultado positivo de la cumbre de la OTAN. Según Matlé, este organismo posibilita discusiones en pie de igualdad entre Kiev y los 31 jefes de Estado y de Gobierno de la alianza.
Membresía de la OTAN
Unirse a la alianza de defensa sería la mayor garantía para que Ucrania esté protegida de Rusia. Debido al Artículo 5 del tratado de la OTAN, un ataque de Rusia a ese país se consideraría un ataque contra todos los Estados miembros de la alianza, y esta estaría obligada a brindar asistencia.
Pero esa es exactamente la razón por la cual la membresía completa de Ucrania en la OTAN solo sería concebible una vez que termine la agresión bélica de Rusia en el país. Es cierto que en la declaración final de la cumbre de la OTAN se mencionan las perspectivas de adhesión de Ucrania. Pero la redacción es vaga y no hay un calendario concreto.
Otros escenarios posibles
Benjamin Tallis está convencido de que “el apoyo a Ucrania no es caridad, sino una inversión en nuestro futuro seguro en Europa. Tenemos que asegurar que contamos con un modelo europeo de seguridad que funciona”.
El experto piensa que los acuerdos de seguridad con los países del G7 son insuficientes, y un rápido ingreso a la OTAN es improbable, por lo cual propone una solución intermedia.
“Una oferta de seguridad efectiva debe contener esencialmente tres cosas. Primero, tiene que proteger a Ucrania para detener más ataques de Rusia. Debe posibilitar, en segundo lugar, una perspectiva a mediano plazo para una membresía en la OTAN. Y en tercer lugar, debe reforzar la seguridad europea sobre una base más amplia. Después de todo, también debe ser en interés de los Estados que brindan las garantías”.
En términos concretos, esto podría significar, entre otras cosas, la expansión de la Fuerza Expedicionaria Conjunta (JEF, por sus siglas en inglés). El grupo de expedición multinacional existe desde 2014 y está dirigido por Gran Bretaña. Si se expandiera para incluir a Ucrania, Polonia y Francia, dijo Tallis, “el JEF se convertiría en una máquina de combate bastante desagradable que podría disuadir a Rusia
Información DW